Víctima de incendio en Lautaro: “Querían quemar viva a mi mamá”
En el transcurso de pocas horas, una seguidilla de ataques incendiarios remeció La Araucanía. Uno de ellos fue la quema de la casona del Fundo Miraflores. En conversación con El Líbero Micaela Becker García relata la agresión que sufrió su madre: “Se metieron a su dormitorio, la encañonaron, dieron vuelta a toda la casa, rompieron todo adentro buscando armas y plata”. El agricultor Carlos Gutiérrez, víctima en otro atentado, sobre las usurpaciones en la región afirma: “Han llegado a nuestros hogares… Estos campos son nuestras casas”.

 

La casona de la familia García aún humeaba a la una de la tarde. A esa hora el fuego encendido por alrededor de una decena de hombres encapuchados y armados cerca de las 8:00 am ya había sido controlado y a las víctimas solo les quedaba contemplar el desastre. “Me quemaron la casa, quemaron todo. Nos quemaron hasta el auto. Nos arrancaron todos los sueños que teníamos. Esta casa la construyó mi bisabuela y fue pasando por generaciones durante 90 o 100 años. Aquí se casaron mis abuelos, en este campo hay mucha historia familiar. Hasta que unos cobardes que andan con la cara cubierta nos arrancaron todo”, lamenta Micaela Becker García.

 

La familia es propietaria del Fundo Miraflores, ubicado frente a la cantera de Lautaro en La Araucanía. La quema ocurrió a plena luz del día y sin que en el pasado reciente hubiese existido alguna amenaza directa sobre ellos, salvo una toma que sufrió el predio hace dos años y que fue rápidamente desalojada. Sin embargo, la familia sí temía que algo así podría suceder. “Estábamos con miedo de que pasara algo. Anoche -el domingo- hablé con mi mamá por teléfono, me daba miedo la pasividad que había en el campo, viendo todos los predios de Lautaro que han sido tomados con tanta agresividad”, dice Becker García.

En la IX Región contabilizan al menos 120 predios tomados, los más recientes en las comunas de Nueva Imperial y en la propia Lautaro. En este último lugar el día sábado agricultores y comuneros vivieron un tenso momento cuando los primeros se presentaron en el campo Los Aromos para evitar una nueva usurpación.

En el caso de los García sus temores se concretaron con la quema de la casa patronal del fundo, un galpón y un vehículo. “Querían quemar viva a mi mamá, si no hubiese sido por el empleado que estaba aquí en el campo, que les rogó que por favor dejaran salir a su patrona que estaba dentro de la casa, a mi mamá la queman adentro”, relata la víctima.

Carolina García, de 59 años de edad, estaba en su habitación. La versión entregada por Carabineros indica que fueron seis los hombres armados que irrumpieron. Micaela no tiene certeza sobre este número, pudieron haber sido siete o diez. De lo que sí tiene seguridad es de que su madre estaba sola dentro de la casa. “Se metieron a su dormitorio siete personas, la encañonaron, dieron vuelta a toda la casa, rompieron todo adentro buscando armas y buscando plata, hasta que mi mamá logró salir y ya entonces tenían todo rociado con unos productos, que no tengo idea con qué queman. Quemaron las bodegas, el auto de mi mamá, la casa completa. No quedó nada y arrancaron”.

“A nosotros no nos habían incendiado nada. Estuvimos con mucho temor de cosechar porque nos podían quemar la siembra, logramos cosechar tranquilos, pero todos los campos de alrededor se los estaban tomando. Llevamos años de esto, pero con la agresividad que entraron, con el vocabulario que hablan. Era pura gente joven”, dice la hija sobre el ataque que sufrió su madre.

La propiedad tenía alrededor de 240 metros cuadrados. El campo, al que se han dedicado por varias generaciones, esta vez estaba sembrado con trigo y avena. Una de las versiones indica que los agresores estaban buscando el dinero resultante de esa cosecha.

“Mi mamá está destrozada, está en shock. Da gracias a Dios de que no estaba su nieto, que tiene apenas 30 días de vida. Da gracias a Dios de que no estábamos y a ella le tocó sola, porque seguramente con un hijo o un nieto chico dentro de la casa uno reacciona diferente, mal”, continúa el relato de Becker García. De la propiedad, que Micaela miraba mientras conversaba con El Líbero, “no quedó absolutamente nada. Nada de nada”. Al punto de que a Carolina García no le quedó ni ropa, la que vestía ayer era donada.

“Si el empleado no les pide que la dejen salir, hubiese sido peor. Hubiese estado lamentando la muerte de mi madre en este minuto”, reitera.

Agricultor Carlos Gutiérrez: “Estos terroristas que se infiltraron dentro de las comunidades son muy violentos”
Además del incendio en el Fundo Miraflores, durante la noche del domingo y la madrugada del lunes hubo otros tres atentados. Del Fundo Santa Catalina, ubicado cerca de Padre Las Casas, denunciaron que alrededor de 40 personas ingresaron al campo con pancartas y consignas mapuche. Además, en la madrugada de ayer Carabineros tuvo que concurrir a la ruta Radal-Huichahue tras la quema de dos cosechadores y un par de tractores, además de múltiples disparos, algunos dirigidos al perro de la propiedad, al que finalmente mataron, y en un panfleto dejado en el sitio se pedía por la libertad de Emilio Berkhoff, en prisión -entre otros delitos- por integrar una red de narcotráfico.

La otra agresión ocurrió en el campo El Crucero, también en Lautaro, y aunque el agricultor Carlos Gutiérrez estuvo hasta las tres de la madrugada del lunes apagando el incendio en su propiedad -que desconocidos iniciaron el domingo a las 23 horas-, ayer se presentó en el lugar de la casona quemada, para solidarizarse con la familia. “Esto es muy parecido a lo que pasó con la familia Luchsinger Mackay”, comparó.

Gutiérrez estaba alerta ante las amenazas a su campo. El sábado lideró el desalojo del predio Los Aromos, de su propiedad. “A mí me usurparon un terreno donde no había casas, y aledaño a eso tengo otra propiedad donde yo vivo, donde están mis funcionarios trabajando, y anoche me quemaron un galpón -de más de mil metros cuadrados- con maquinarias y productos agrícolas”, sostiene. En el incendio perdió ocho máquinas agrícolas.

“Soy nieto de agricultor, hijo de agricultor y profesionalmente soy ingeniero y yo compré estos terrenos producto de 35 años de trabajo, no soy un terrateniente, soy una persona de trabajo que he logrado ir comprando. Todos tenemos compromisos económicos. Alguien para tener una casa pide un crédito hipotecario, nosotros para comprar también nos regimos por financiamientos externos… Por comunicados de vecinos supimos que iban a ir a quemarnos, y por eso yo había solicitado resguardo policial, pero no fue efectivo y quemaron igual”, dice Gutiérrez, quien además es concejal RN de Lautaro.

Las tierras las adquirió hace 12 años. En el campo cultivan trigo, raps, avena, lupino. “Nosotros producimos alimento para los chilenos”. Y continúa sobre la vulnerabilidad en la que se encuentran los agricultores: “Estos terroristas que se infiltraron dentro de las comunidades son muy violentos, agreden a los agricultores, atemorizan a nuestros funcionarios y, en definitiva, nos están quemando. La IX Región genera alimentos para todo Chile, y nosotros no vamos a poder producir. Han llegado a nuestros hogares, que son los campos. Que entienda la opinión pública que esto es igual a que lleguen a su casa. Estos campos son nuestras casas”.

En el origen del problema Micaela Becker García apunta al narcotráfico y al narcoterrorismo. “Nosotros, en La Araucanía, lo tenemos muy claro. Este tema es narcotráfico. Narcoterrorismo. A los cabros jóvenes de las comunidades los azuzan, les pagan. Ocupan sus predios para eso. Les dicen ‘plante marihuana, nosotros les pagamos y vamos ganando terreno y vamos despistando’. Siembran terror en La Araucanía para ellos seguir ganando terreno. Es una región que tiene mil pasos fronterizos ilegales, tenemos costas, y a una etnia mapuche que la están utilizando para esto… Ellos tienen poder, lo dejaron claro el día que entraron 800 efectivos de la PDI a Temucuicui, ellos están más preparados que el Estado de Chile y el Estado de Chile no hace nada”, plantea. “Tienen armamento de guerra. No tienen leyes de nada. Nosotros para poder quemar el rastrojo de nuestro campo pedimos un permiso a Conaf. Todos los años, con controles, con cortafuegos. Ellos qué control tienen… No sé qué está esperando Sebastián Piñera, los ministros y el Estado para ponerse las pilas en esto”, concluye Becker García.

El Presidente Sebastián Piñera convocó a una reunión de emergencia en la tarde de ayer para abordar los ataques que han sucedido en La Araucanía. Al encuentro citó a los ministros del Interior y Defensa, a los jefes de Carabineros y la PDI, al Comandante en Jefe del Ejército y el jefe del Estado Mayor Conjunto. Tras el encuentro, el Mandatario anunció urgencia para leyes de seguridad como contra el terrorismo, el narcotráfico, y convocó a distintos sectores políticos y de la sociedad “para buscar un acuerdo nacional” por ola de violencia en la zona.

La política de entrega de tierras
Gutiérrez, por su parte, se refiere a la política de entrega de tierras llevada a cabo por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), como uno de los factores en el aumento en el número de terrenos usurpados. “Hablo de terrorismo porque aquí tenemos comunidades con las que tenemos buena vecindad, que han sido aterrorizados por la infiltración de narcotraficantes, narcoterroristas, que los obligan a actuar de esta manera. A esto se suma un gobierno que no ha cumplido los compromisos, a través de los fondos que tiene la Conadi. Llevamos tres años que están detenidas las compras por parte de la Corporación e indudablemente esto genera una presión”, manifiesta.

Al igual que Becker, también insta a las autoridades correspondientes a hacerse cargo de la situación: “Hago un llamado a todos los parlamentarios de cualquier corriente política y al Presidente de la República; esta actitud de indiferencia, es como negar lo que aquí está sucediendo. Yo no pido militarización, ni nada por el estilo. Lo que pido es que cumplan con las comunidades indígenas, compren los terrenos, generen compromisos con los agricultores que están en disposición, por temor, a vender y, a su vez, a los que son terroristas hay que aplicarles la ley y tomarlos detenidos. Ellos solo destruyen a las personas de bien, que somos mapuche y no mapuche”.

 

 

Fuente: El Líbero

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