17 de octubre de 2018

COMUNICADO

  Frente a lo ocurrido las últimas horas a raíz de una actividad deportiva extra institucional realizada en la Escuela Militar, el sábado 6 de octubre pasado, en la que participaron ex cadetes pertenecientes a las promociones 1990, 1991, 1992 y 1993, y que concluyó con el llamado a retiro del Coronel Director de la Escuela Militar, las organizaciones abajo firmantes no podemos callar, toda vez que se trata de una reacción injusta y desmedida contra un cargo tan emblemático como el de Director de la Escuela Militar, “Alma Mater” y cuna de formación de los oficiales del Ejército de Chile.

 

   Resulta inadmisible presentar pública y maliciosamente ante los Medios de Comunicación Social una actividad privada e interna de ex alumnos, presentándola como “homenaje” al Brigadier Krassnoff Marchenko: ello es absolutamente falso, puesto que se trató de un campeonato deportivo, muy propio de las reservas en el Ejército. Como lo han informado los presidentes de las promociones responsable, la organización del evento estuvo a cargo de ellos y de nadie más y fue en ese contexto que se invitó a quienes fueran directores y subdirectores en su época. Como es de público conocimiento, el Brigadier Krassnoff fue subdirector de la Escuela Militar y dada su privación de libertad, su hijo, integrante de la promoción 1991, asistió y recibió una polera deportiva con el nombre de su padre, gesto que agradeció fuera de libreto.

   En consecuencia, no podemos sino considerar grave el hecho de que, a vista y paciencia de los poderes del estado, se atente contra el estado de derecho, las libertades individuales y la igualdad ante la ley, valores propios de una democracia y pilares del respeto y de la sana convivencia entre los integrantes de una sociedad libre.

   Es un deber del Estado cautelar el cumplimiento de las normas contempladas en la Constitución Política de la República. Por ello resulta inaceptable que el Ejecutivo, que es el gobierno de todos los chilenos, responsable de la paz social y la sana convivencia, actúe bajo la presión de un determinado sector político, cuyo objetivo es relegar las instituciones armadas a un papel intrascendente, movido solo por la intolerancia, el odio y la venganza.

 

   Respecto del Poder Legislativo, su actitud sesgada y el desprestigio en que se han sumido producto de su ineptitud, le impiden al país avanzar hacia una sana y tolerante convivencia nacional.

   Por su parte el Poder Judicial, parece no dimensionar la gravedad que implica para la vigencia de un verdadero estado de derecho la convivencia de dos sistemas procesales distintos, uno inquisitivo para los militares y otro acusatorio -y “garantista”- para el resto de la sociedad, el primero acompañado de “ficciones jurídicas” y de otras instituciones ajenas a la normativa vigente.

   Hacemos un llamado a los diferentes sectores políticos y a la sociedad toda a medir los graves efectos que genera una actitud arbitraria, intolerante y vengativa hacia las instituciones armadas, que en definitiva están conformadas por el pueblo chileno, soldados

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